La sangre es un tejido formado por varios elementos con
características y funciones diferentes, de ahí que se transfundan por
separado a enfermos diferentes. En consecuencia, una única donación de sangre puede beneficiar a más de un enfermo.
Las donaciones de sangre se fraccionan para obtener esencialmente
tres productos: concentrados de hematíes, concentrados de plaquetas y
plasma.
- Los hematíes (glóbulos rojos) transportan el oxígeno desde los pulmones a todos los tejidos del organismo. Su déficit (anemia) provoca una carencia de oxígeno en los órganos vitales de los enfermos. En este caso deben administrarse concentrados de hematíes.
- Las plaquetas intervienen en la coagulación de la sangre impidiendo las hemorragias secundarias en las pequeñas lesiones que habitualmente se producen en las arterias, venas y capilares. Su déficit es frecuente en las enfermedades malignas de la sangre (leucemias) y tras algunos tratamientos del cáncer, provoca la aparición de hemorragias graves. El tratamiento prioritario en estos casos es la transfusión de concentrados de plaquetas.
- El plasma, que es la parte líquida de la sangre, constituido básicamente por agua y proteínas (factores de la coagulación, anticuerpos, albúmina) que intervienen en múltiples procesos metabólicos básicos para el organismo: la coagulación de la sangre, la inmunidad y el transporte de varias sustancias y medicamentos. El plasma se utiliza para elaborar concentrados específicos de proteínas, que constituyen el tratamiento de varias enfermedades: la hemofilia y otros defectos de la coagulación, inmunodeficiencias con riesgo de padecer múltiples infecciones graves, trombosis y otras.
Los grupos sanguíneos son unas sustancias que se encuentran unidas a
la membrana de muchas células de nuestro organismo. Entre estas células
encontramos los hematíes o glóbulos rojos. La presencia de estas
sustancias determina el grupo sanguíneo y la compatibilidad a la hora de
realizar las transfusiones de sangre. Hay muchos grupos sanguíneos, pero los dos más importantes son el grupo ABO y el grupo Rh.
Según su composición encontramos cuatro grupos: A, B, AB y
O. La frecuencia de estos grupos se encuentra en la tabla siguiente:
Grupo sanguíneo | Frecuencia (%) |
---|---|
O | 45 |
A | 40 |
B | 11 |
AB | 4 |
Estos grupos sanguíneos determinan la compatibilidad a la hora de realizar una transfusión de sangre:
Un paciente del grupo: |
Podrá recibir sangre de un donante del grupo: | |||
---|---|---|---|---|
1a. opción | 2a. opción | 3a. opción | 4a. opción | |
AB | AB | A | B | O |
A | A | O | ||
B | B | O | ||
O | O |
Por lo tanto, tal y como se puede observar en la tabla anterior, una persona del grupo AB es un receptor universal, porque puede recibir sangre de cualquier otra persona, mientras que una persona del grupo O es un donante universal, porque puede donar sangre a cualquier otra persona.
En el grupo Rh podemos encontrar: Rh positivo y Rh
negativo. Las personas con Rh positivo sólo pueden donar sangre a las
personas con Rh positivo, mientras que las personas con Rh negativo
pueden donar sangre a todo el mundo, tanto con Rh positivo como
negativo.

Pocos países en el mundo tienen organizado un sistema público de donación de sangre, entre los cuales están Cuba, Argentina, España, Uruguay y Costa Rica. En estos países está prohibida la compra y la venta de sangre, que se considera un recurso público únicamente destinado a instituciones sanitarias para el tratamiento de pacientes y cuya donación es totalmente voluntaria.
En países que no existe tal sistema, la donación es realizada por familiares, o se paga para encontrar un donante.
Para saber más sobre la donación de sangre pulse aquí.
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