La amputación es un procedimiento quirúrgico que comprende la
extirpación de una extremidad/miembro (brazo o pierna) o parte de un
miembro (como un dedo del pie, de la mano, un pie o una mano), en
general como consecuencia de una lesión, enfermedad, infección o cirugía
(para la extirpación de tumores de los huesos y músculos). En Estados
Unidos, aproximadamente 1.8 millones de personas han tenido
amputaciones. La amputación de la pierna es el tipo de procedimiento de amputación que se realiza con
más frecuencia.
La causa más frecuente de amputación es una mala circulación. El
estrechamiento y el daño a las arterias provoca la falta de circulación, esto se conoce también como enfermedad arterial periférica.
Aproximadamente entre 8 y 12 millones de personas tienen enfermedad
arterial periférica y el 75 por ciento
no presenta síntomas. La enfermedad arterial periférica, que se presenta
con mayor frecuencia en personas entre 50 y 75 años de edad,
generalmente es consecuencia de la diabetes o de la aterosclerosis. Cuando los vasos
sanguíneos se dañan y el flujo sanguíneo se deteriora en las
extremidades, el tejido comienza a morir y puede infectarse.
La enfermedad arterial periférica avanzada generalmente se trata
mediante otros métodos. No obstante, es posible que sea necesaria una
amputación en algunas personas. La enfermedad vascular periférica con o
sin diabetes es la indicación más común de amputación. Las causas
relacionadas con la enfermedad vascular periférica constituyen hasta un
90 por ciento de todas las amputaciones.
Otras indicaciones de amputación incluyen una lesión traumática, como
una quemadura grave o un accidente, o un tumor cancerígeno en una
extremidad. Un traumatismo es una de las principales indicaciones de
amputaciones en personas más jóvenes. También puede realizarse una amputación en caso de infecciones agudas
o crónicas que no respondan a los antibióticos o desbridamiento
quirúrgico. En algunos casos, es
posible que se realice un procedimiento de amputación debido a un
neuroma, congelación, u obstrucción arterial.
Los pacientes con diabetes, afecciones cardíacas, o infecciones
presentan un mayor riesgo de tener complicaciones en una amputación que
las personas que no presentan estas condiciones. Las lesiones
traumáticas graves aumentan el riesgo de complicaciones. Además, es más
probable que las personas a las cuales se les realiza una amputación por
encima de la rodilla tengan un estado de salud deteriorado, con lo
cual, estas cirugías pueden ser más riesgosas que las amputaciones por
debajo de la rodilla.
Al igual que con cualquier procedimiento quirúrgico, pueden surgir
complicaciones. Algunas complicaciones posibles que pueden presentarse
específicamente con un procedimiento de amputación incluyen deformidad
de la articulación, hematoma, infección, abertura de la herida, o necrosis. La trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar constituyen un
riesgo después de una amputación principalmente debido a la
inmovilización prolongada después de la cirugía.
Es posible que existan otros riesgos dependiendo de su estado de salud específico.
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